Posterior, la continuidad en la preparación profesional de los oficiales se vería garantizada por los cursos que se impartían en la entonces Academia Aérea, donde se iniciaron los cursos para promoción de Tenientes y Capitanes, y otros que ocasionalmente requería la Fuerza Aérea.

En lo que respecta al personal de aerotécnicos, estos se formaban en la Escuela de Especialidades conforme a los requerimientos institucionales. Estos centros de formación y perfeccionamiento, cumplían su misión sujetos a reglamentos, regulaciones y programas educativos propios, por lo cual, surge entonces la necesidad de crear un organismo de planificación, dirección y control, que estableciera las políticas y procedimientos que permitan delinear el ámbito educativo a estos Centros, a la vez que sirva de nexo en la concatenación de las distintas programaciones académicas para que se forje continuidad de contenidos y desarrollo profesional, a través de los cursos que se impartían.